domingo, 16 de diciembre de 2018

OBISPOS DE HUEJUTLA




Los primeros cinco Obispos  comprometidos personalmente  con Cristo Jesús, que nos han dejado un legado de fe, pureza amor, servicio, adoración y dolor con que han gobernado la Diócesis.

1º Monseñor José de Jesús Manríquez y Zarate. Primer obispo de Huejutla, del 1º de julio de 1923 al 6 de junio de 1939.

Ejemplo de fe, amor, fortaleza, servicio y persecución por amor a Cristo.

Como un escarmiento para los demás Obispos el Sr. Manríquez, recién iniciada la persecución religiosa del presidente Plutarco Elías Calles, el 5 de mayo de 1926 fue aprendido por el Gobierno y desterrado a Estados Unidos.
Desde allá siguió gobernado a sus fieles con la ayuda de sus sacerdotes y los Catequistas que él había Constituido como líderes religiosos en sus comunidades.

Mons. Manríquez y Zarate fue el primer Obispo en denunciar públicamente la política de Calles desde 1925. En su sexta Carta Pastoral publicada el 10 de marzo de 1926 declaró que los artículos de la Constitución violaban los derechos humanos. Y añadía:

«Reprobamos, condenamos y anatemizamos todos y cada uno de los crímenes cometidos por el Gobierno mexicano en contra de la Iglesia Católica en los últimos días, sobre todo su no bien disimulada intención de acabar de una vez para siempre con la religión Católica en México… Ha declarado (también) últimamente el señor Presidente de la República que considera que de la aplicación de los artículos atentatorios de la Constitución en materia religiosa, no ha surgido ningún problema de importancia en el país, y que todo se ha reducido a protestas más o menos escandalosas en que actúan solamente mujeres, sin tener los individuos del sexo masculino el valor suficiente para presidirlas y capitanearlas en sus heroicas empresas. Miente el Sr. Presidente de la República al asentar tal afirmación… Debe saber que acá, en estas lejanas tierras sumidas perpetuamente en la barbarie, y bañadas por un sol africano, existe un hombre, un cristiano, que tendrá el valor, con la gracia divina, de sufrir el martirio, si es necesario, por la causa sacrosanta de Jesucristo y de su Iglesia. Solo pide una gracia al jacobinismo, si es que el jacobinismo puede conceder favores: de que no se le asesine por la espalda. Si el gobierno jacobino exige de los católicos mexicanos el verdadero valor cristiano, nosotros tenemos derecho de pedir, de exigir de nuestros verdugos siquiera el valor y la osadía de los Cesares de la Roma pagana…».

La reacción del Gobierno, no se hizo esperar:
El 5 de mayo de 1926 (dos meses después) en que fue tomado preso en su misma casa, se presentó a los soldados revestido con sus Vestiduras Episcopales, contraviniendo públicamente las disposiciones de la Ley Calles.
Cundo los esbirros del presidente, le exigían que se quitara esos trapos, simplemente les contesto: si buscan al Obispo de Huejutla, así son sus vestiduras.

Lo llevaron en una mula a través de la Sierra de Hidalgo y lo entregaron a las autoridades del Estado de Hidalgo.

Partió al destierro en los EEUU el 22 de abril de 1927, desde donde siguió gobernado su Diócesis a través de Cartas Pastorales.


El primer obispo de Huejutla propuso la Canonización del hoy San Juan Diego.
El doce de de abril de 1939 publico una Carta Pastoral donde exhortaba a sus sacerdotes a trabajar con ahincó en la canonización de Juan Diego.
Pero fue en el año de 1959 cuando el Obispo de Huejutla asistió a Roma a la declaración dogmatica de la Asunción de María representando al Arzobispado de México y aprovecho para entrevistar al Cardenal Nicolás Calnali para proponerle la canonización del Indio del Tepeyac.


+ Nació en el barrio de San Miguel, León Gto. El 7 de noviembre de 1884.
+ Se ordeno sacerdote el 28 de octubre de l907.
+ Fue consagrado obispo el 4 de febrero de l923, en la Catedral de León, Gto.
+ Arribo a Huejutla el 22 de julio de l923.
+ Durante su permanencia al frente de la Diócesis organizó la catequesis en las parroquias y comunidades, estableciendo en ellas a los catequesis; la mayoría de ellos hombre. Esta institución continúa hasta nuestros días.
+ Fundo la primera Normal de las Huastecas.
+ Aprehendido por el gobierno el 5 de mayo de 1926 en Huejutla.
+ Enviado al destierro en EE.UU. El 22 de Abril de 1927. Durante este período gobernó a la Diócesis por medio de cartas circulares.
+ Renuncio a la Diócesis el 6 de Julio de 1939.

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2º Monseñor Manuel J. Yerena y Camarena. 2º Obispo de Huejutla, desde el día 7 de octubre de 1940 hasta el día 17 de diciembre de 1963.

Cuanto hizo por sus Seminario, los sacerdotes, los Catequistas indígenas, la formación de las niñas indígenas.
+ Nació en la Hacienda de Mirandilla, Mascota Jal. El 30 de septiembre de 1886.
+ Fue ordenado Sacerdote el 11 de Diciembre de 1910.
+ Consagrado Obispo el 15 de septiembre de 1940 en Guadalajara Jal.
+ Gobierno a la Diócesis durante 23 años.
+ Fundó el Seminario Conciliar de Huejutla el 22 de Enero de 1942 en San Pablo Apetatitlan, Tlaxcala.

+ El 16 de marzo 1963 fue aceptada su renuncia a la Diócesis.

DE ESTE PARRAFO EN ADELANTE lo que yo diga sobre el Señor Yerena y los 3 Obispos siguientes, corresponde a acontecimientos que yo viví junto con ellos desde mi llegada a Huejutla el 14 de diciembre de 1958 (hace 60 años) P. Feliciano.

Uno de los más dolorosos acontecimientos que viví al lado del Señor Yerena fue el del 16 de marzo de 1963: la obligada renuncia que le impuso el entonces Delegado Apostólico Luigi Raimondi.

Estaba por iniciarse la segunda etapa del Concilio Vaticano II, y por este motivo, el Sr. Yerena fue a México a arreglar su visa y comprar su boleto para Roma.
Como tantas otras veces, yo me le pegue cuando iba saliendo en su Jeep, que manejaba su sobrino José Salcedo y nos fuimos a México.
El Sr. Obispo se alojaba en una casa muy cerca de la Villa de Guadalupe y yo con un compañero de Seminario no muy lejos.
Ese día 16 de marzo, cuando estábamos comiendo en la casa donde estaba el Señor Obispo, llego una llamada de la Delegación Apostólica.
Estaba lloviendo fuerte y el Señor Yerena me prestó su Gabardina y me dijo: Ve a Insurgentes y trae un Taxi.
Cuando llegamos a la Delegación Apostólica, el Señor Lugui Raimondi paso al Señor Yerena a su despacho y yo quede en un una salita contigua dividida por una cortina.
Inesperadamente escuche al Señor Yerena decir: Yo no he renunciado a la Diócesis.
El Sr. Raimondi le dijo: Aquí está la carta en que usted afirma que quitándole a la Diócesis las parroquias de Veracruz y San Luis Potosí, la Diócesis no se puede sostener.
(El Delegado quería ajustar cada Diócesis a un estado, en este caso a Hidalgo)
El Señor Yerena le repuso que esa no era una Renuncia a su Diócesis.

Al salir de la Delegación nos acompaño hasta la puerta el Sr. Raimondi y todavía en un colmo de humildad me dijo el Sr. Yerena: “Que fina persona es el Delegado”.

Regresamos a terminar de comer a la casa donde se hospedaba  el Sr. Yerena y al llegar a la mesa, le dijo a la Dueña de la casa: Ya no soy Obispo de Huejutla.
Inmediatamente llamo por teléfono al Seminario en la Hacienda de Guadalupe. El padre Rector vino por nosotros en una camioneta Pick up. El Sr. Yerena se fue adelante con el Padre Rector y todos los demás atrás.
Al  llegar al Seminario reunió a los sacerdotes y les comunico que ya no era el Obispo de Huejutla.
Regresamos a Huejutla y allí el Sr. Yerena lo primero que hizo fue remover de Tamazunchale S.L.P. al padre Lona, para no perderlo.


+ Fue nombrado Obispo titular de Boseta el 18 de Agosto de 1963.
+ Nombrado administrador Apostólico de Huejutla el 23 de Diciembre de 1963, fijando su residencia en la ciudad de Guadalajara, Jal.
+ Falleció en Guadalajara, Jal. el 13 de diciembre de 1974.

+ Fue el pastor que trabajo arduamente en la formación de sacerdotes para su grey, constituyendo así el presbiterio diocesano.

Al llegar a Huejutla, lo primero que encontró fue la enorme escases de sacerdotes (creo que eran 6). 
Comprendió que su primera tarea era formar sacerdotes, se lleva algunos de Guadalajara y emprendió la tarea de formar el Seminario.

Pronto conto con muchos seminaristas, muchos de ellos de Michoacán, pues el Seminario menor estaba en la Hacienda de Guadalupe, cerca de Morelia, mich. 
El Seminario  mayor lo llevo muy cerca de sí en la misma Huejutla, a una escalera de distancia de la casa rentada donde vivía el Señor Yerena, sus familia, que eran José Salcedo, su sobrino, su esposa Martha Morales y los primeros hijos de este Matrimonio.

El año entero de 1958 en que viví en Huejutla junto con los teólogos, y el grupo de 11 maestrillos que habían terminado filosofía, me impactaron 3 cosas que demuestran la calidad humana, la categoría y la caridad desinteresada del Señor Yerena.
Fueron: Su Mesa, los puntos de meditación, su planta de luz y su Jeep.

Pobre con los pobres, reunía en su mesa a su familia, a los sacerdotes, a los seminaristas y al pueblo indígena, guardando siempre la distancia que se vivía en aquel entonces.
La cocina era común y la soporta la señora Martha, que además de atender a su esposo y a sus hijos, atendía al Sr. Obispo, a los padres, a los seminaristas, a nosotros los 12 maestrillos, y todos los indígenas que llegaban a su mesa.
El comedor tenía tres secciones y una segunda puerta abierta que daba a la calle, por esa puerta entraban los Indígenas que venían de los ranchos, trayendo regalos como, maíz, frijol, café...
y los depositaban en unas canoas de madera que estaban a la entrada. Después se pasaban a las mesas del extremo y allí les servían la comida. 
Seguía una segunda sección del comedor que estaba también en el patio descubierto y allí nos sentábamos los seminaristas y los maestrillos, al fondo había un comedor cerrado con vidrios, donde estaba el Señor Obispo y sus sacerdotes.
La familia que lo atendía, quizá comía en la cocina o después que nosotros, porque yo recuerdo haberlos visto, ni con los padres, ni con los seminaristas.

Algunas mujeres Indígenas, hacían el nixtamal, lo molían en la cocina, hacían la masa, las tortillas recién salidas, los frijoles, elotes y cuanto tenían para todos. De tal manera que aquello era una comida para todos. El Sr. Obispo bendecía la mesa y a comer, cada uno en su lugar.

Y si en lo material el Sr. Yerena era uno con todos, mucho más en le espiritual:
Todos los días después de la cena nos reunía a todos sus sacerdotes, seminaristas y maestrillos en su sala. Todos teníamos que llevar la sotana puesta y solo El estaba sentado en su mecedora, los demás oíamos de pie los Puntos de Meditación llenos de Dios, de caridad, de atención hacia las necesidades de los fieles.
Los sábados especialmente, a los padres ayudándoles a preparar la homilía, basado siempre en las lecturas de ese día, a nosotros orientándonos en lo que teníamos que enseñar en los Catecismos. Después nos daba unos puntos de meditación para nosotros mismos.
Nos mandaba de dos en dos a las rancherías no muy lejanas, y nos pedía cuenta. Nos mandaba sin comida, y decía que teníamos que aprender a ganarnos el sustento trabajando bien.

El tercer punto que me impacto fue el adelanto que llevo a Huejutla:
Compro una Planta de Luz que instalo en el Seminario y construyo una línea eléctrica para bajar al Obispado. Todos los días se apagaba a las 10 de le noche, pero los seminaristas, algunas veces nada mas desconectaban a las 10 el Obispado y seguían disfrutando con la luz encendida.
El problema era que había que traer el petróleo desde Tamazunchale donde pasa la única carretera, la Panamericana que por entonces se construyo.
También compro un Jeep, para llegar a los pocos lugares que se podía. Casi todo había que hacerlo a lomo de mula.

Sostuvo la primaria, secundaria y kínder para la gente de Huejutla y nos puso maestros de Náhuatl para que pidiéramos atender a los Indígenas y enseñar a los Catequistas, además de las clases de Náhuatl que recibimos en el seminario menor y el año de servicio, de todos en Huejutla, practicando la lengua y enseñando en sus colegios.

Una de sus obras más queridas fue el internado Goretti, para niñas Indígenas: Comprendió que la mejor forma de educar a los pueblos Indígenas era educar a sus niñas para que después ellas se encargaran de educar a sus hijos, a sus mismos esposos y a toda la familia. Y cuánta razón tenía, y cuanto fruto dio su obra: Simplemente cambio la suerte de Huejutla y sus rancherías, llegando a ser lo que ahora es, una ciudad normal, donde el adelanto ha llegado en todas sus formas.
Una mañana muy temprano y esta vez no fui yo quien me le pegue, sino el que me llevo a conocer unos terrenos rústicos que había comprado a la salida del pueblo, en El Pintor, rumbo a Chalma Veracruz.
El terreno es como de 2 hectáreas y estaba dividido por el camino de tierra que lleva a Chalma. La parte poniente es más alta y seca y allí decidió el Sr. Yerena construir todo el internado. La parte del otro lado del camino la dejo como una huerta, que también serviría para enseñar a las niñas a cultivar verduras, abejas etc.
Que visión tan certera del Señor Yerena que con solo esta obra consiguió transformar a Huejutla en lo que ahora es: Una ciudad normal que ha progresado en todos sentidos, cuando en aquel entonces nadie sabía leer y apenas si se hablaba español en sus rancherías.
En las vacaciones de verano, llego a Huejutla un grupo de jóvenes Canadienses que venían a ayudar a la Diócesis en plan Misionero.  
El Padre Lona adquirió una máquina para fabricar block y les encomendó a los muchachos fabricar una montaña de Blocks que después se usaron para construir la nave central del edificio principal.  
El Sr. Yerena encomendó el Internado a las Religiosas Teresianas y después ellas por su amistad con la esposa del presidente Díaz Ordaz, consiguieron que el CAPCE les ampliara el internado con instalaciones modernas, semejantes a las de todas las escuelas que en esa época se construyeron en todo México.

·        Gobierno a la Diócesis durante 23 años.
+ Fundó el Seminario Conciliar de Huejutla el 22 de Enero de 1942 en San Pablo Apetatitlan, Tlaxcala.

Aun cuando el primer Obispo de Huejutla fue el Sr. Manríquez y Zarate y dejo en ella en muy poco tiempo, antes de su destierro la institución de los Catequistas y la escuela Normal, fue el Sr. Yerena quien organizo definitivamente la Diócesis con el espíritu con que fue fundada: La atención de los pueblos Indígenas de la tres Huastecas Hidalguense, Potosina y Veracruzana cuyo centro geográfico y moral es Huejutla.

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3º Monseñor Bartolomé Carrasco Briseño.3º Obispo de Huejutla. Desde el día 17 de diciembre de 1963 hasta el día 5 de junio de 1967.

Cuando llego el Sr. Carrasco a Huejutla, la diócesis ya era otra.
Con la reducción de las diócesis a uno solo de los estados de la Federación, desapareció la tónica característica con la que fue fundada la Diócesis: La atención a los pueblos Indígenas.

El Sr. Carrasco recibió una Diócesis dividida en dos secciones, la sierra de Hidalgo que antes pertenecía a Tulancingo, y un cachito de la Huasteca, tan reducido que a 200 metros del Goretti ya es Veracruz y ya no pertenece a la Diócesis de Huejutla.

En cuanto a lo espiritual, ahora el clero ya no era el que formo el Sr. Yerena: era una parte el que había llegado de Tulancingo y otra los que quedaron en Hidalgo.
El Señor Carrasco se dio a la tarea de la integración del Clero, que por no dejar de decirlo, desde el día de su llegada le demostró que no lo quería como sustituto del Sr. Yerena.
El mismo día de su Consagración Episcopal, al terminar la ceremonia todos los padres se fueron a Tehuetlan a despedir al Sr. Yerena y lo dejaron solo.
Con inmensa caridad el Sr. Carrasco logro unificar al clero, ganarse su estima, promover la catequesis y continuar la obra de formación de Sacerdotes.


+ Nació en Tlaxco, Tlx. El 18 de agosto de 1918.
+ Fue ordenado sacerdote el 31 de marzo de 1945.
+ Ordenado Obispo el 17 de diciembre de 1963. El mismo día tomó posesión en la Catedral de Huejutla.
+ En marzo de 1967 fue nombrado Rector del Seminario Mexicano en Roma.
+ Salió de Huejutla el 5 de septiembre de 1967 dejando al Señor Pbro. Arturo Lona Reyes como Delegado Episcopal "Ad Universitatem Causarum".
+ Inició la planificación pastoral diocesana y promovió el estudio y la planificación del presbiterio.

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4º Monseñor Serafín Vázquez Erizadle. 4º Obispo de Huejutla. Desde el día 29 de mayo de 1968 hasta el día 25 de enero de 1978.

Todo este tiempo yo fui su compañero personal desde el día que llego a Huejutla, hasta el día 25 de enero de 1978 que salió de la Diócesis, para irse a Ciudad Guzmán.

En algunas cosas fui también su precursor porque cuando termine mis estudios en Montezuma estaba la Sede Vacante y no podían ordenarme hasta que llegara el nuevo Obispo. Por eso llegue solo como Diacono y el Padre Lona estaba casi solo y era todo en Huejutla, Vicario ad universitate causarum, párroco de la catedral, única autoridad en la Diócesis y encargado del Obispado y de todo.

Por esa razón empezó a encargarme, primero que siguiera con la construcción del Seminario Menor, que él comenzó y que hasta entonces había estado en los claustros del Convento Agustino que rodea la Catedral de Huejutla.
Para que tuviera recursos me encargó la Catedral y de ahí sacaba por lo menos para pagar los albañiles.

También me puso a ayudarle como secretario en el Obispado y un día llegó una carta de ADVENIAT de Alemania. El Padre Lona me la dio y me dijo: “contéstales”.

Adveniat nos ofrecía  ayudarnos en algún proyecto de Evangelización que tuviéramos y ese fue el inicio de una inmensa ayuda que al Llegar a Huejutla el Señor Serafín le dieron los alemanes.

Yo les pedí ayuda para un Centro Catequístico para la formación de los Catequistas Indígenas que tanto contaban ya en la Diócesis desde su fundación por el Sr. Manríquez.
Mandaron 80,000 pesos y con ellos el P. Lona compró una huerta de unas 17 hectáreas, entre Oxtomal y Macustepetla.
Allí empecé a construir el Centro Catequístico:
Una Capilla de puros trocos de madera, el dormitorio, la cocina, una cancha de futbol, la casa del Padre, la de las religiosas, una casa modelo para el cuidador. Un camino y una toma de agua desde lo alto del cerro.

Poco después llegó el nuevo Obispo, el Señor Serafín Vásquez  Elizalde, y un día fue a Oxtomal a el lugar donde estaba levantando postes con ayuda de una camioneta vieja que me regalo mi hermano Salvador desde el día en que llegue a Huejutla como Diacono.

Acompañaba al Sr. Obispo un Sacerdote que había venido de Alemania enviado por Adveniat a revisar lo que se había hecho con su dinero.
Este fue el inicio de la prosperidad de Huejutla y de todas las obras que después hizo el Sr. Serafín con la ayuda de Adveniat.
Al verme, el Padre alemán en lugar de saludarme dijo: “Lo primero que les vamos a dar es una Camioneta para usted”.
Ahí empezó todo:
Después Don Serafín les sacó una camioneta para cada Parroquia, la construcción de los colegios, las casas de las religiosas, el Obispado, un Centro Catequístico nuevo porque el que yo inicie nos lo arrebataron los mismos indígenas para sembrar maíz, el 12 de diciembre de 1975 llegaron los ejidatarios y lo arrasaron completamente, llevándose la madera, ladrillo, bambú, laminas, palapa etc.
Lo único que no pudieron destruir fue la casa dúplex diseñada para el sacerdote y las Religiosas porque es de concreto y aun se conserva como reliquia en Oxtomal III, pues actualmente allí construyeron el Nuevo Oxtomal.
 Pero como Dios sabe sacar provecho de todo, este despojo dio origen al Centro Catequístico nuevo que el Sr. Serafín emprendió dentro de las instalaciones del mismo Obispado.
Esa misma noche (12 de dic. 1975), mando a su albañil a que le tomara mediadas de la Capilla de troncos de madera que desmantelaron y así inicio la construcción de un nuevo Centro catequística con lo que actualmente es el salón de reuniones del Obispado.
Posteriormente el Sr. Rangel lo perfecciono suprimiendo las columnas que fueron necesarias en la construcción de madera, pero estaban de sobra en la de Concreto.
Finalmente el Sr. Irais le dio mayor amplitud con un Ábside en la parte de atrás, y lo transformo con ventanales modernos, desplazables con mosquitero y vidrio.
El que fue Centro Catequístico, después fue el Seminario y ahora sigue prestando servicio a todos en el Obispado mismo, con reuniones como la que me toco vivir el pasado 25 de noviembre, en un retiro para numerosos jóvenes que se preparaban a la Confirmación.
Todo esto no hubiera sucedido, si los ejidatarios de Oxtomal no nos hubieran desbaratado el primer Centro Catequístico para quedarse con las tierras.

Llegada del Sr. Serafín.
Que tremenda fecha le toco para su Consagración Episcopal y tomo de Posesión.
El Sr. Serafín tenía muy buenos amigos, por ejemplo el Sr. Munive Obispo de Tlaxcala que le había ofrecido quedarse con él una semana para orientarlo en su trabajo.
Pero el 29 de mayo de 1968, hacia en Huejutla un calor endemoniado. Recuerdo que al Sr. Obispo de Ciudad Valles lo tenían con un ventilador manual refrescándolo en la misma ceremonia de la Consagración Episcopal.
Total, que terminada la comida al atardecer no quedaba un alma en Huejutla.
Al anochecer me dijo el Sr. Serafín: Y "ahora que hacemos". 

Yo tenía llaves de Obispado que fue antes la escuela, y tenía varios cuartos atrás de las oficinas. Entre los dos arreglamos unas camas en los cuartos del fondo, porque al frente queda la Cantina y no dejan dormir.
De ahí en adelante fui “el compañero permanente” del Señor Serafín. 

 Viví todo el tiempo con él, en su casa, comí de su mesa e hicimos juntos muchísimas casas, prácticamente todo lo que hay en Huejutla, excepto el Goretti y el Seminario de Tlachinol claro está.

A su llegada, inmediatamente el Sr. Serafín tomo por su cuenta la construcción del Seminario menor: El P. Lona empezó con la cocina y el equipo, a mi me toco construir el comedor, muy amplio, con vista al rio, que hasta para mi ordenación, junto Con Raúl Ley, Paco Fernández y Francisco Vitela sirvió de lugar para nuestra fiesta, que nos regalo el Seminario.

Pero el Señor Serafín, edifico los amplios corredores, los cuartos de los padres amplios y funcionales.  Puso pisos de mosaico, ventanales, balcones, todo con generosidad y buen gusto.

L a primera obra que emprendió el propio Señor Obispo, fue la construcción de una casa para traer unas Religiosas de Clausura que pidieran por Nosotros. Y trazo, construyo y equipo el Convento de las Madres Agustinas. Después a mi me toco construirles una hermosa y moderna Capilla y finalmente el Sr. Serafín convirtió todo en una Betania con un pequeño edificio de 2 pisos, donde podía llegar el Sr. Obispo o algún sacerdote y finalmente el Sr. Serafín convirtió todo en una Betania con un pequeño edificio de 2 pisos, donde podía llegar el o algún sacerdote.

Después de este convento, siguieron, el Obispado, el Centro Catequístico junto al Obispado, todo un fraccionamiento donde quedaron los 3 colegios. 
Finco la casa de las religiosas que los atendían. Centros de atención a Catequistas como el de Atlapexco, y el de Tianguistengo. Las Capillas en los ranchos. Templos en las Parroquias y todo cuanto transformo a la Diócesis y a Huejutla.


+ Nació en San Martín Xaltocán, Tlax. El 13 de septiembre de 1922.
+ Fue ordenado presbítero el 2 de mayo de 1948.
+ Fue preconizado obispo el 18 de mayo de 1948.
+ Tomó posesión de la Diócesis el 28 de mayo de 1968.
+ Al día siguiente, 29 de mayo, fue consagrado obispo en la Catedral de Huejutla.
+ Fundó el Monasterio de Monjas Agustinas Recoletas, Contemplativas, el 5 de agosto de 1970.
+ Construyó el obispado, la casa de evangelización y catequesis (hoy seminario mayor) y el seminario menor.
+ Fortaleció la pastoral de conjunto e intensifico la fraternidad sacerdotal.
+ A principios de diciembre de 1977, fue nombrado obispo de Cd. Guzmán Jalisco.
+ El 22 de enero de 1978 salió de Huejutla a Cd. Guzmán, Jal.

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5º Monseñor Juan de Dios Caballero Reyes.
Proceda de Durango y había trabajado mucho con los movimientos de Renovación en el Espíritu Santo.

 5º Obispo de Huejutla. Desde el día 21 de septiembre de 1978 al día 11 de abril de 1994.

Como siempre, que difícil es ocupar el lugar de alguien que ha hecho tanto.
A su llegada se encontró con los "díceres" del presbiterio y se sentía desanimado.
A su llegada sintió que yo "era el dueño de todo" hasta de el teléfono, y que él solo del Obispado.
Pero no era así, sino que el Centro Catequístico estaba ya en su tercer año y el programa de trabajo establecido y dado a conocer a todas las Parroquias para todo un año.
Me toco la suerte de contarle que así había sido siempre y le platique lo que le hicieron al Sr. Carrasco.

Sus amigos de los movimientos de Renovación en el Espíritu Santo quisieron venir a Huejutla siguiéndolo, y él pensó en el Centro Catequístico para hospedarlos.
En esas fechas estaba programado un curso, y yo tan inexperto y falto de espíritu de obediencia, en lugar de haber cancelado ese curso, solo le dije que había un curso programado para esa fecha.
El no me dijo nada, ni uso su autoridad para que se hiciera lo que él quería, pero cuando como una de sus primeras actividades comenzó a mover a los sacerdotes, principalmente dando oportunidad a los jóvenes, al llegar al Centro Catequístico me dejo solo. Se llevo de Secretario al P. Octavio Iñiguez que era el único que me ayudaba y ese día fue el principio del fin del Centro Catequístico.

Pero así como esta decisión suya fue tan dura para mí y tuvo en mi tan graves consecuencias, después cuando yo era un sacerdote caído, el Señor Juan de Dios Caballero Reyes, fue para mí un ángel, un consejero, un padre, un amigo y por lo que hizo por mi estoy seguro que ese fue uno de los mayores tesoros de su gobierno como Obispo de Huejutla.
El y yo juntos iniciamos la construcción del Santuario de la Virgen de Guadalupe, poniendo la primera piedra el día 12 de diciembre de 1981, 450 aniversario de las apariciones. 
Dios se valió hasta del gobierno para ayudarnos enormemente: El presidente Echeverría construyo un Aeropuerto en Huejutla, y uno de sus Ingenieros que era vecino del Santuario, nos relleno el terreno con centenares de camiones de volteo, que arrojaban allí toda la tierra que escarbaban en el Aeropuerto. De un barranco, se convirtió todo en una explanada que ahora es atrio lugar para innumerables peregrinos.
Cuando los Masones se dieron cuenta suspendieron la ayuda, pero fue precisamente donde ya no necesitábamos el relleno porque allí íbamos a escarbar los cimientos del nuevo Templo.
Primero fue la explanada, luego un tejaban de lamina, luego una capilla de otates, luego la casa parroquial y finalmente el nuevo templo que inicio el 12 de diciembre de 1981 y termino el Sr. Juan de Dios, muy poco antes de su salida en 1963.
Todo con su ayuda personal, empezando por ir con su canastita a todas las misas de la Catedral los domingos y pedir su ayuda a los fieles. Solo Dios sabe de donde habrá obtenido los recursos para un Templo tan amplio y tan bien hecho.


+ Nació en Canatlán Dgo. El 23 de junio de 1931.
+ Recibió la ordenación sacerdotal el 31 de octubre de 1954.
+ Nombrado obispo de Huejutla, el 15 de julio de 1978.
+ Tomó posesión de su Diócesis el 20 de septiembre de 1978.
+ Su ordenación Episcopal fue el 21 de septiembre de 1978.
+ Fundó la Escuela Preparatoria "Manríquez y Zarate".
+ En 1988 trasladó a Huejutla los restos del 1º Obispo a la catedral de Huejutla.
+ A los seminaristas de filosofía y teología que estudiaban en el seminario regional de Tula. Hgo. los trasladó a Huejutla al finalizar el curso 1989-1990.
+ El 17 de noviembre de 1993, el mismo Sr. Obispo comunicó al presbiterio que el santo Padre lo había nombrado obispo auxiliar de Durango.
+ El 11 de abril de 1993 salió a Durango, a cumplir con su nueva misión.
+ Orientó la pastoral diocesana, mediante las Comunidades Eclesiales de Base (Cbs).

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6º Monseñor Salvador Martínez Pérez. 6º Obispo de Huejutla. Desde el día 26 de julio de 1994, hasta la llegada del Sr, Rangel.

De él, solo sé que sufrió mucho, porque le querían cobrar  a él unas deudas de Goyo un Catequista al que llevaron hasta sacerdote los padres progresistas de Atlapexco y que con su ayuda fundo una Caja Popular, que quebró por los lujos y desfalcos de sus dirigentes.
Llegaron hasta a sitiar el Obispado, e impedirle al Señor Obispo Salvador Martínez salir del Obispado para ordenar un sacerdote.
Yo solo lo vi una vez en 1904 en el Congreso Eucarístico Nacional que se celebro en Guadalajara. Tuve el gusto de saludarlo y decirle
"que yo era su hijo". Naturalmente que se extrañó pero ya le expliqué que era un sacerdote de Huejutla.

+ Nació en la Hacienda San Fernando Peñablanca, Mpio. de Abasolo, Gto. El 26 de febrero de 1933.
+ Recibió la ordenación sacerdotal el 2 de abril de 1960.
+ Fue preconizado obispo de Huejutla el 24 de junio de 1994.
+ Llegó a la ciudad de Huejutla el 25 de julio de 1994. Antes, a su paso por las parroquias que están a bordo de la carretera México-Tampico, saludó a los fieles de las mismas.
+ Fue consagrado Obispo el 26 de julio de 1994, en un espacio al aire libre perteneciente a la coordinación del Gobierno del Estado, por el Nuncio Apostólico Monseñor Jerónimo Prigione.

Aquí termino, porque solo estoy contando lo que vi y viví desde hace 60 años de mi llegada a Huejutla.
La Historia de sus 3 últimos Obispos ustedes la pueden escribir.
                    P. José Feliciano Rosales Hueso.
                    24 de diciembre de 2018
                    Guadalajara Jal.